martes, 5 de junio de 2012

El estilo rústico

El estilo rústico es el que más se acerca a la naturaleza, de ahí que se utilicen primordialmente  materiales como la piedra, las maderas macizas, el hierro forjado y las fibras naturales (cueros, pieles...). Materiales naturales y con acabados terrosos, al fin y al cabo.

Existen diferentes variantes o subestilos entre los que podemos encontrar el mexicano, el español, el provenzal, el isleño, el campestre, el montañés...

A la hora de elegir el color de las paredes se seleccionan los tonos más cercanos a la tierra como el beige, ocre, mostaza, terracota, los notos azules, añíles, amarillos, naranjas o rojizos. Tenemos, además, la opción de darles diferentes pátinas irregulares (con esponja, espátula...) que le darán un toque aún más auténtico.

El mueble que se usa a la hora de decorar al estilo rústico es un mueble mazizo y robusto, con un toque antiguo o envejecido en el que el desgaste por el uso no se oculta sino que se acentúa.

Con el auge del turismo rural el estilo rústico ha vuelto con fuerza, pero intentando adecuarse a los nuevos tiempos. Es por ello que se utilizan tonos más vivos e incluso se combinan muebles y/o electrodomésticos de aspecto antiguo con otros más modernos.

En las cocinas, como la que ilustra este reportaje por ejemplo, se juega con los azulejos y la celosía de las paredes. Como podemos observar en este caso, los azulejos forman un damero de color rojiblanco y la celosía empleada, aún siendo de madera, se ha teñido de color magenta.


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